MEDIA DE CASTROCONTRIGO y VAN 50 + 1

Domingo 14 de junio. Un año más, después de un buen madrugón, participo en la media de montaña de Castrocontrigo, con un trazado exigente en su primera mitad, y en una mañana calurosa, de cielo encapotado y que amenazaba lluvia. Trato exquisito como siempre por parte de los organizadores y cerca de un centenar de atletas en la linea de salida. Me tomo las cosas con calma y al final me sale una marca bastante pobre de 2h 16, aunque no está tan mal dado que este año aumentaron la distancia hasta los 21,1 reales y teniendo en cuenta el perfil de la prueba. Satisfecho en definitiva de este "aperitivo" que me he metido entre los dos maratones, el de Asturias (que hice hace 7 días) y el de Toral (que haré dentro de otros 7). Y ojeando mis anotaciones compruebo que este es mi 50 + 1 medio maratón, (al menos de los que guardo registro documental), así que... otro más que anotar en la libreta.

EXITOSO DEBUT DE SANTIAGO REVUELTA

La pasada semana debutó defendiendo los colores del ADAS, el atleta veterano Santiago Revuelta, consiguiendo el tercer puesto de la general y primero de su categoría en la Carrera Solidaria, prueba disputada en Madrid sobre seis kilómetros.
Unos días antes y acompañado de su hermano Fernando, participó en la carrera Liberty, sobre 10 kms, ocupando un puesto entre los 150 primeros de los 8.000 participantes. ¡Enhorabuena!

THE WINNER IN THE END

No debe ser nada sencillo ser el primero en algo, pero ¿qué se siente cuando se es el último? Apenas tomé la salida en el Maranalon de Asturias, ya sabía, que salvo los retirados y alguna que otra pájara monumental, iba a hacer los 42 Kms absolutamente sólo y en último lugar. No ves a nadie. No hablas con nadie. Apenas recibes apoyo del público. Incluso sientes la cara de alivio que ponen los organizadores a medida que pueden ir recogiendo sus trastos cuando pasas. ¿Qué sentido tiene entonces todo tu esfuerzo, el sacrificio, los dolores musculares, la sensación de agotamiento...? ¿Para qué o por qué lo haces?. Un motorista me pregunto pasado el ecuador de la prueba: ¿qué le es, alguna promesa? No supe qué contestar. Cómo explicarle que corro, simplemento porque me gusta; que no gano nada, ni a nadie. Cómo expresar que soy feliz así y que además pienso que tiene sentido. Si en cada carrera, el último dejase de correr, algún día sólo quedaría el primero.

Por lo demás, una experiencia divina. Un paisaje espléndido y suerte con el tiempo, ya que ni llovió ni hizo calor. Ah, y dormimos en una casa rural llamada "la xamoca" en Sobrescobio, que recomiendo a todos los que pasen por allí. Inolvidable, el paseo por el monte y los preparativos la noche antes, junto al fuego. Que parece que llegué el último, pues eso..., que para mi y mi familia, como si hubiese sido el ganador.

REGRESO AL MARANALON

En los años 92 y 93 corrí la Maratón del Vale del Nalón en Asturias, en compañía de Ricardo Vieites, mi hermano Javier y mi cuñado Polo, que por aquel entonces vivía en O Barco. Se salía de un pueblo en mitad de la montaña, llamado Soto de Caso, y toda la prueba discurría en descenso hacia La Felguera. Se celebraba en otoño, y en una de las ocasiones, me inscribí aprovechando que tenía un congreso de médicos en Oviedo. La noche antes fuimos de fiesta y en la carrera me dió una colitis de caballo, con el agravante de que un par de autobuses cargados de espectadores fueron testigos de mi "odisea". Encima nos pilló una nevada de campeonato que luego se transformó en un "remake" del diluvio universal. Para colmo, en la meta, un grupo de descerebrados, de esos que sólo corren si tienen premio, se pusieron a discutir sobre la calidad de los trofeos, tirándoselos a la cara los unos a los otros. Aquello acabó como el rosario de la aurora y la prueba estuvo suspendida varios años. No se si eso tuvo algo que ver o no, pero yo tampoco volví a correr maratones en las cinco temporadas siguientes.

Este próximo domingo, muchos años después, vuelvo a la Maranalón. Como se ve en la foto, hemos cambiado un poco, y las previsiones del tiempo, amenazan lluvia de nuevo. No me importa. Regreso a Asturias repleto de ilusión. Con paciencia y un poco de esfuerzo, -que nadie lo dude- acabaré mi trigesimo sexta maratón.