El sábado por la mañana volamos desde Oporto hasta la isla portuguesa. Allí alquilamos un cochecito lo que nos permitió recorrerla en los tres días que estuvimos por allí. Se trata de un archipiélago de origen volcánico cuya isla principal, Madeira está bastante poblada, sobre todo en el entorno de su capital, Funchal con alrededor de 100.000 habitantes. Una sobreexplotación turística con grandes cadenas hoteleras ha masificado en exceso la costa sur de la isla. La isla es tremendamente montañosa, con picos cercanos a los dos mil metros de altura, muy cerca de la costa, por lo que las carreteras son muy tortuosas y pendientes, tremendamente estrechas y peligrosas, salvo la reciente vía rápida que circunda gran parte del perímetro insular. Las vistas desde los múltiples acantilados es fantástica y la vegetación exuberante y muy variada. Hay quien dice que la isla, descubierta por los portugueses a comienzos del siglo XV es el auténtico paraíso. La verdad es que lo pasamos muy bien en nuestras excursiones a los pueblecitos, Machico, Santa Cruz, Canical, Porta da Cruz, Faial, Ribeiro Frio, Guirao, Camacha, Posio, Camara de Lobos... sobre todo del este, disfrutando de sus paisajes y como no, de sus comidas típicas, como el sable, la carne espetada o la polenta (masa de maíz frita). Probamos la poncha (ron de caña con zumo de frutas tropicales) y en definitiva hicimos una vez más, turismo deportivo y gastronómico.
En cuanto a la maratón, se celebraba conjuntamente con pruebas de medio maratón y mini maratón. En la prueba grande la participación no llegaba a un par de cientos de corredores provenientes de una veintena de países. Como curiosidad debo señalar que fui el único español de la carrera. Tuvimos que abordar un circuito complejo con dos partes diferenciadas a las que había que dar cuatro vueltas. Recorrido muy ondulado con escaso público y una temperatura agradable en torno a 18 grados, nublado pero con bastante humedad.
Desde la salida ya era consciente de que mi papel era cerrar el grupo y tras la pequeña rotura de fibras en el gemelo de la semana anterior en la media de Viana, tampoco aspiraba más que a terminar la carrera. Raquel como siempre se dedicó a animarme en múltiples puntos y a soportar estoicamente mi llegada a la meta que se produciría en 5h y 26 minutos en el puesto 137 de los 138 que llegaron a meta.
Ahora a recuperarme para la media de Amarante en la que estaremos con Paco y Miguel, como preparación para la maratón de Praga, que abordaremos juntos en el mes de mayo.
El mirador de Garajau (por la carretera del fondo bajamos con el coche con los congojos en la boca)
Delante de la peña del aguia, espectacular precipicio al borde del Atlántico
con Luis Pires (139 maratones, 60 años y que se calzó 3h 40 minutos) y Carlos Ripolins (59 años y 3h 56), con los que volamos desde Oporto (luego ellos seguirían volando también en la carrera)
Con Antonio Sousa, que a sus 47 años lideró la prueba durante gran parte de la misma, para finalizar 4º en 2h 54 min. Con él también viajamos en el avión y ya quedamos en vernos en Amarante.
Peleando durante la primera parte de la prueba con este danés de 70 tacos, que pasito a pasito me dejó tirado a mitad de recorrido, junto a una plantación de plátanos.
¿Sabes cuantas vueltas me quedan?
Sufriendo en uno de los múltiples toboganes
¿Quieres un poco de agua?
Más descansado en la parte más llana, junto al mar
Por la ciudad vieja, junto a la Sé de Funchal, padeciendo el pavés
Vete para meta, que entro en la próxima vuelta
Llegando a meta, junto al hotel cinco estrellas de Cristiano Ronaldo
Mi camiseta de 100 maratones era una más entre varias que llevaban un eslogan similar. Al fondo puede verse una de las partes altas de Funchal, esparcido en lo que llaman "El Monte"
El mirador de Guirao, un acantilado vertical de 580 metros de caída libre, visible a través del suelo acristalado
El jardín botánico, muy deteriorado por el incendio del verano pasado, con una de las casas típicas de la isla
El mirador de Cristo Rei, imitación en pequeño del de Rio de Janeiro
Por todas partes acantilados y plantas de aloe vera
Donde antes se despiezaban las ballenas, ahora hay una playa de piedras volcánicas.
¡Hasta siempre, Madeira, también te llevo en el corazón!
4 comentarios:
Que tremenda alegria poder saber que ya estas en la palestra de salida maratoniana muy bien amigo Carlos hay que se seguir sumando como sea, aunque sea arrastras, ya te echaba de menos, bonito maraton en Funchal haber si alguna participo yo tambien ya que me encantan los maratones portugueses .Un fuerte abrazo para toda tu familia.
ENHORABUENA !!! MARATONIANO !!!
Enhorabuena a carlos y Raquel , el recorrido sería duro , pero imagino que no pararías de mirar a un lado y a otro , espectacular la isla
Y la visita al Museo de CR7???? Enhorabuena Campeón
FER
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