jueves, 21 de abril de 2011

X CRACOVIA MARATÓN






































































































































































Salimos el viernes por la tarde, camino de Barajas, para ya el sábado muy de mañana, coger el avión con destino a Cracovia, via Frankfurt. Caía ya la tarde cuando buscábamos un tanto desesperados nuestro "Hostel" por las calles de la vieja "Krakow". Nos dieron un cuarto sin ascensor y en literas -lo justo para una maratón-. Tras registrarnos, aún tuvimos que correr un buen rato para llegar a tiempo de poder recoger el dorsal minutos antes de que cerrase la "feria del corredor". Son los inconvenientes de viajar a sitios relativamente lejanos, desde sitios también bastante perdidos, y tener que hacerlo conjuntando horarios y vuelos de bajo coste.



La cena y el posterior paseo por el centro histórico, se quedarán en nuestras retinas grabadas como una experiencia inolvidable. La antigua capital de Polonia es una de las más bellas ciudades que hemos visitado y desde aquí la recomiendo a todos cuantos no la conozcan.
Madrugón matutino y con desayuno muy defieciente, nos dirigimos a la salida, en un inmenso parque a las afueras. Allí, los preparativos de siempre de la vaselina, la bandera, la trompeta..., las fotos de rigor, con un personaje que resultó ser el "marsall"de la city... y con un grupo de animosos españoles llegados desde Málaga y desde Valencia. En la salida, personajes pintorescos, como una señora mayor de 60 años con más de 265 maratones a cuestas y que a la postre cerraría la clasificación, un corredor con muletas con el que ya he coincidido en otras pruebas, otro que va descalzo empujando la silla de ruedas de un discapacitado, o un participante equipado con su traje de bombero, casco, botas y botella de oxigeno a la espalda... ¡no soy ni mucho menos el que está más loco ni el que más aplausos merece!.



Comienza la prueba y aunque hace fresco, se van abriendo claros entre las nubes que hacen presagiar una mañana agradable para el desarrollo de la misma. Los primeros kilómetros discurren por un recorrido excepcional, partiendo desde el parque hasta el casco histórico, atravesando la barbacana, la puerta de Florián, la impresionante plaza del mercado y la colina de Babel, con la catedral y el castillo. Luego, la ruta discurre junto al Vístula para terminar perdiendose hacia el km 12 por carreteras más feas de las que no regresará hasta los kms finales. Quizás animado por la belleza del paisaje, me lancé demasiado rápido en esos primeros kms, pasando los 15 a ritmo de 6 minutos. Esas alegrías iniciales las pagaría al final, con tropezón y caída incluida, para rematar en el mismo tiempo -1 sólo segundo más-, que hice en Roma: 4 h 38 min.



Como siempre desde hace tantos años, volví a sentir esa profunda emoción de finalizar una maratón, disfrutando de esos metros de gloria que no desearias que se acabasen jamás, en los que pasan por tu mente ¡tantas cosas!: los seres queridos que ya no están..., los que si que están y que me siguen y me animan constantemente a lo largo del camino..., los esfuerzos, los sinsabores, las lesiones, y ese miedo cierto a que alguna vez tendrá que ser la última.



Tras conseguirlo una vez más, con lágrimas en los ojos y mi bandera de España ondeando al viento, un masajito de mis hijos y una reconstituyente sopa polaca obsequiada por la organización.



Excelente organización y buen trato en esta X maratón de Cracovia , que parece afianzarse como una de las de mayor futuro en cuanto a participación.
Y aprovechando el viaje, algo de turismo también. Y si se va hasta Cracovia es obligado visitar los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau -donde el horror de saber hasta donde puede llegar el odio y la crueldad humana, te hielan la sangre-, y las minas de sal de Wieliczka, con más de 700 años de explotación minera y 300 kms de túneles subterráneos.
En definitiva, una nueva experiencia maratoniana inolvidable, y otra vez el orgullo de sentir que cada vez que participo en una prueba tan lejos de mi tierra, lo hago llevandola conmigo en un rinconcito de mi corazón.

1 comentario:

Fer Panama dijo...

Que buena entrada Carlos, ya hablé ahorita con Mama y me dijo llegasteis bien de regreso a O Barco. Los Javieres andan todavía por Pucela.

Oye, y esa media barbita de chivo que te has dejado??? Jajajaja, te pareces al personaje ese del pistolón, que aunque presuma mucho le debías haber enseñado el tuyo jajaja,...si ya se, un poco burro pero así es tu hermano.

Carlitos estuvo poniendo comentarios en el "feisbuk" sobre vuestro viaje, y parece quedó encantado de volver a Polonia. Espero que vuestro regreso haya sido menos accidentado que el paseo del Real Madrid por Cibeles,...vamos, que la caida de la copa no fue nada comparado cuando se le vino a Ana encima el tipo del puño del trofeo de Papa,...eso si fue un peligro.

Por acá entrenando y recordando mucho a todos, no sabes como deseo poder programar el próximo viaje y hacer alguna otra carrera juntos,..con bandera incluída ! ! !

Un besazo de los panameños
FER