sábado, 28 de diciembre de 2013

MO FARAH CORRE HOY EN O BARCO

El atleta Mo Farah, varias veces campeón olímpico y mundial, disputará hoy, 28 de diciembre, en las pistas de Calabagueiros una carrera de 10 kms contra un grupo de los trotADAS. Mientras el atleta británico dará las 25 vueltas en solitario, los animosos trotadas se relevarán cada 200 metros, intentando hacerlos a ritmo de 30-35 segundos. El objetivo es llegar a la par a la última posta, en la que el relevista local será Paco Bao, cuyo reconocido sprint podría dar opciones de victoria al equipo valdeorrés.



Dado el poco tiempo con el que se ha anunciado la prueba, convocamos a todos los trotadas, eso sí, provistos de la camiseta azul, oficial del equipo. ¡Suerte chavales!

lunes, 18 de noviembre de 2013

IIª MARATÓN DE TOROZOS

¡ Qué hermosa experiencia la que pudimos disfrutar éste domingo, disputando Miguel y yo, la segunda edición de la maratón de los montes Torozos, en Valladolid. Con organización modélica por parte de los entusiastas amigos de los "Trotapinares", la prueba se disputaba desde Wamba, un pueblo con más de catorce siglos de historia, donde murió el rey Godo Recesvinto y donde fue coronado su sucesor Wamba, y discurría entre los valles y el páramo, recorriendo Peñaflor de Hornija, San Pelayo, Torrelobatón y Castrodeza.





La mañana, cuasi otoñal, invitaba a abrigarse bien. En teoría se trataba de ir juntos en tres grupos a ritmos de 5, 5 y medio y 6 minutos por Km, hasta el km 30 en que ya se haría tramo libre. En la salida pudimos saludar a varios amigos como Angel de la Mata, incombustible siempre que de retos de correr se trata, o a Pepe Caballer, que había venido conduciendo toda la noche desde Valencia para acabar su 221 maratón, o mi amigo de infancia del colegio, "Pachín" Ruiz Sanz, con quien corría los crosses escolares cuando teníamos diez o doce años y que debutaba en la distancia, o el "tripi" Santamaría que algo había oído hablar de unos hermanos "Revuelta" que fundaron el club hace ya más de veinte años...


Como siempre, Merce y Raquel, se disponían a seguirnos a lo largo de la carrera y contaban en esta ocasión con el apoyo de mi madre, la abuela Josefa, que no estaba dispuesta a perderse el poder animar en una carrera más como ha hecho en los últimos 42 años, como quien dice, media vida.



Mientras nosotros nos peleábamos con las primeras cuestas del recorrido, a ritmos muy por debajo de los seis minutos en unión de Pepe, tratando inútilmente de no descolgarnos demasiado, las chicas aprovechaban para visitar el famoso osario de la localidad, el más grande de España.




Pronto nos dimos cuenta de que nuestro esfuerzo por seguir el ritmo del grupo era inútil y cuando pasamos el km 10 en 59 minutos, decidimos relajarnos y proseguir como pudiéramos. Pero el daño ya estaba hecho. Antes de Torrelobatón nos quedamos Miguel y yo, mientras Pepe proseguía su carrera un centenar de metros por delante.



Así continuaríamos hasta que poco después del km 33, alcanzamos a Pepe, que iba completamente agarrotado por el frío, y con el apoyo de nuestras chicas, y de los voluntarios de la organización fuimos tirando de regreso hacia Wamba.



El día fue empeorando con rachas de viento y lluvia, que dificultaban nuestro avance. Miguel empezó a sentirse mal, y solo el hecho de no dejarme abandonado, le dio fuerzas para poder entrar juntos en la meta en 4h y 41 minutos, donde nos aguardaba una sopa de ajo y un chocolate calentito.





Después, nos fuimos unos cuantos a comernos un buen cocido castellano para reponer fuerzas y charlar de la proeza realizada.


En definitiva, una prueba durísima, por el trazado y la climatología, pero que nos deja un grato sabor de boca por el excelente trato que nos dispensaron, el ambiente de camaradería y en definitiva, disfrutar de un día inolvidable gracias al esfuerzo de organizadores, voluntarios etc. ¡Ojala el próximo año vuelvan a organizarla!. Nosotros ya nos hemos ofrecido para llevar el globo de las cinco horas.

domingo, 3 de noviembre de 2013

X PORTO MARATONA


Hola compañeros:

éste domingo 3 de noviembre se celebraban 3 carreras fundamentales en el mundo del atletismo: la maratón de Nueva York, la de Oporto, y la carrera de Os Santiños, de O Barco. En la primera los premios ya se los tenían repartidos los corredores africanos; en la última, se los iban a repartir nuestros compañeros del trotadas, sacándose los ojos, así que optamos por la opción intermedia, que además venía repleta de francesinhas, arros de polvo, frango na brasa, e tartas de bolacha.




Después de un sábado muy lluvioso, amaneció un plácido domingo, pero no para cantar ópera, sino para correr 42 kms a ritmo de fado. En la salida nos encontramos con nuestros buenos amigos bercianos Annie Anta y Jose Manuel Salví, que participaban en la carrera de 16 kms, y con María Añibarro, que se disponía a debutar en la distancia.


Por supuesto contábamos con la mejor afición del mundo mundial, nuestras esposas, Merce y Raquel, y de Litos Revuelta, que está de Erasmus en Oporto.


La salida cuesta arriba hacía la plaza de Boavista, fue enormemente emocionante, con más de cinco mil participantes entre las dos distancias. Tras pasar por el estadio do Besa, entramos en Matosinhos y allí además de nuestras familias, encontramos la gran sorpresa del día: nuestro compañero y amigo Sergio Da Rocha, con la camiseta del trotadas en la mano, animando como un forofo a nuestro paso. Yo creo que si alguna duda teníamos, se nos disipó y su apoyo terminó por darnos las fuerzas necesarias para hacer una gran carrera.


Fuimos puliendo kilómetros marcando nuestro trote sin grandes sobresaltos, doblando a foz do douro, y dirigiendo nuestros pasos bajo a ponte da arrabida, camino da ribeira y da ponte Luiz I, donde volvimos a recibir ánimos de nuestras esposas e hijo.


Por el km 27, iniciamos el camino de regreso, cruzándonos con los corredores que llevábamos por detrás, un total de 96. A partir de allí, Miguel iba contando a su vez, a los que adelantábamos, u continuo gotear que ya no cesaría hasta la línea de meta.


Así, sin necesidad de caquear en ningún momento, fuimos pillando a todo un rosario de corredores para dejar atrás a más de 250 participantes, entrando en meta con nuestra bandera española -lanzada por Litos cuando ya enfilábamos los últimos metros-, en un tiempo de 4h y 44 minutos en los puestos 2506 y 2507.


Por su parte, María había finalizado en 4h 23, en su primer encuentro con la distancia maratoniana, y Annie y Juan Manuel, lo hacían en poco más de hora y 50 sobre los 16 kms.



Evidentemente estamos muy satisfechos de finalizar nuestras 15 y 78 maratones respectivas. Gracias sin límite a Sergio por su visita y apoyo, (el próximo año, contamos contigo pero corriendo), y por supuesto a nuestras incondicionales costillas.


Ahora nos esperan dos semanas tranquilitas hasta nuestra próxima batallita: la maratón de Torozos por tierras pucelanas. Seguiremos informando.

miércoles, 30 de octubre de 2013

MARATÓN DE LAUSANNE (SUIZA)

Hola amigos:

Éste domingo 27 de octubre, se celebraba el maratón de Lausanne, en Suiza, y para poder correrlo arrastré a toda la familia hasta orillas del lago Leman. Ha sido un fin de semana intenso, en el que cada segundo de tiempo estaba ajustado para poder llegar a los sitios previstos, pero al final, todo ha salido bien.


El viernes por la tarde volamos desde Madrid hasta Ginebra, Previamente, Ana lo hizo desde Santiago a Madrid, y Litos desde Oporto. En el aeropuerto, alquilamos un cochecito e hicimos los 60 kms que quedaban hasta Lausanne.


El sábado por la mañana, recogimos el dorsal en Ouchy, una especie de barrio de Lausanne pegado al lago, y tratamos de vistar el museo olímpico, aunque al estar en obras sólo nos dejaron ver los jardines exteriores.


Como hacía un día maravilloso, nos decidimos a irnos de excursión hasta Gruyere, un pueblecito medieval, muy turístico y famoso por sus enormes quesos, que está recostado en los Alpes. Allí comimos la renombrada "fondue" y dimos un paseo precioso.


La verdad es que los paisajes de Suiza merecen la pena. De regreso a Lausanne, visitamos su catedral gótica y fuimos a un pub a ver el futbol (ibamos con las camisetas del Madrid, y será mejor correr un tupido velo). Nos acostamos temprano y nos preparamos para la jornada maratoniana del día siguiente.



Había hecho un día auténticamente primavera, pero ya de madrugada nos despertaron unos truenos impresionantes. La mañana amaneció bajo una tromba de agua, con un cielo oscuro que metía miedo. Del aparcamiento a la salida de la maratón ya estábamos empapados, pero es lo que tocaba y había que hacerlo. Pocas veces en mi vida me he visto bajo un aguacero semejante. Os juro que en esos primeros kms, sentí que no iba a ser capaz de cumplir mi objetivo, incluso llegue a temer por mi salud.


El problema es que el recorrido seguía el borde del lago Leman hasta  un punto desde el que regresaba a meta, y había quedado con mi mujer e hijos en que ellos irían en tren hasta el punto extremo para verme pasar, así que no podía dejarlos tirados y tuve que seguir.


A Dios gracias el aguacero amainó a partir del km 3, pero para entonces ya estaba todo el daño hecho. Absolutamente empapadas las zapatillas, ateridos los músculos de frío, y con unas rozaduras incipientes por todas partes, a pesar de haberme rebozado en vaselina.


La carretera, sinuosa y llena de subidas y bajadas de pequeño porcentaje, discurre entre viñedos y castillos, con el lago a un lado y más allá la impresionante silueta de los Alpes. Como paisaje, quizás la más hermosa de cuantas maratones he corrido.


Tuve la suerte de encontrar a dos compatriotas, Manuel Monfort y Carlos Fabregat, ambos castellonenses, y compartir con ellos el primer tercio de carrera. Luego, decidí bajar el ritmo por precaución y poco a poco se fueron alejando.


En el punto acordado, hacia el km 20 encontré a mi familia, siempre apoyándome, y eso me dio nuevas fuerzas para continuar. Aunque la temperatura era agradable, se levantó un viento molesto que dificultaba nuestra carrera.


De regreso hacia meta, alcancé a Carlos, que iba bastante tocado y un poco más adelante a Manuel Rojas, un corredor mexicano, con quien tuve la suerte de compartir charla y sudores desde el km 30 hasta el final. Cada ratito caminábamos en torno a un minuto, y así poco a poco fuimos enfilando la recta de llegada.


En meta como siempre que corro fuera de España, mi familia me dió la bandera española y con ella recorrí emocionado los últimos metros entre aplausos y vivas a España. Finalicé en 4h 52 minutos, en el puesto 1048 de los 1160 que participamos.



Luego nos hicimos las fotos de rigor con los amigos españoles Carlos y Manuel, y el hermano de éste último, Javier, que había llegado a meta bastante antes, y con Manuel, mi amigo mexicano. Y por si no había trajinado bastante, fuinos a dar otro paseo por los parques de Lausanne, aunque eso sí, no me atreví a subir a su famosa torre de madera.


Ya sólo decir para completar la crónica de este viaje, que enlazamos el lunes con otro paseo por Ginebra, de nuevo ya con sol, y que deshicimos los vuelos respectivos para acabar cada uno en nuestras casas.


Gracias a mi mujer y a mis hijos por su apoyo, y éste próximo domingo tres de noviembre, compartiré con Miguel Angel una nueva maratón, mi número 78, en Oporto. Ya os contaré.