lunes, 24 de marzo de 2014

I MARATON de PALENCIA

Ayer, domingo 23 de marzo, se disputó la I edición de la Maratón de Palencia, una iniciativa propiciada por un club señero en el atletismo palentino y que contaba con Gabriel Ruiz, el alma máter de las maratones populares de Aguilar y del Río Boedo, como speaker.

Allí nos congregamos mas de centenar y medio de atletas populares, muchos de ellos viejos conocidos de tantas y tantas carreras por el mundo adelante. Entre ellos, Ángel de la Mata, siempre cariñoso y afable conmigo, Pepe Caballer y su esposa Sonia Napolitano, infatigables, Alberto Costilla y su esposa Maite -son para quitarse el sombrero, o la sombrilla-, o el ourensano José Antonio Pérez, entre otros muchos. Varios de ellos me preguntaron por nuestra maratón Valdeorresa, y prometen venir en futuras ediciones.

La salida estaba dispuesta en las afueras de la ciudad castellana y discurría en su práctica totalidad siguiendo las márgenes del Canal de Castilla, uniendo dos de sus antiguas fábricas de harina. A favor, un recorrido prácticamente llano, por camino, sin tráfico y con un paisaje tranquilo y bucólico. En contra, la ausencia completa de público y la dificultad para que los acompañantes pudieran seguir la prueba. La mañana amaneció soleada pero muy ventosa, con un aire frio que te cortaba la cara.

Yo me encontré muy bien hasta el km 14, compartiendo zancadas con varios corredores, entre ellos, un vigués que hacía su octava maratón, Pepe, con más de 200, Sonia con 170, un sevillano con 80, un catalán con 28... así que gente veterana y súper maja. Por detrás, cerraba el grupo Alberto que acompaña a Maite en esos primeros kms. Cuando Alberto me alcanzó fuimos charlando un rato de sus problemas cardiacos, que le harán pasar por el quirófano en un futuro próximo. Así mantuve bastante cómodo el ritmo hasta pasar en 2h 17 la medio maratón, pero a partir del km 25, comencé a notar falta de fuerzas, con retortijones a causa del viento frío. Además me uní a un atleta de Tarragona, Manel, que iba caminando. Hasta el km 29 alternamos el trote con el caminar, pero él iba mal y optó por la retirada. Allí, al quedarme solo, se me empezaron a hacer muy largos los kms. Además -y este es el mayor fallo que le pongo a la organización-, algún vehículo se adelantó y empezó a retirar las marcas de los kms y lo que es peor, los puntos de avituallamiento. Esos 13 kms. sin poder beber, unido a que en el tercer punto de bebida ya se había acabado cuando yo pasé, me llevó a acabar muy castigado, yéndome hasta las 5 h y 11 minutos, habiéndome planteado muy seriamente el abandono en la parte final de la prueba. Al final conseguí acabar y eso es lo positivo. Mantengo el record de todas mis maratones -ahora ya 82-, finalizadas.

Volvió a acompañarme Raquel, que se merece un monumento más grande que la catedral, y al igual que en Torozos, mi madre, que se apunta a un bombardeo, que con sus ochenta y tantos años, se calzó sus deportivas y de hizo en torno a 12 kms. para poder aplaudirme. ¡Menudo ejemplo!

Bueno, pues lo dicho, aunque con pequeños fallos, maratón recomendable, a la que hay que apoyar y a la que si sigo en esto, me encantaría volver en el futuro.

Con Pepe, Sonia, Alberto y Maite

El grupo de cola, al poco de la salida

Charlando con Pepe, que tras una lesión se había hecho otras dos maratones en esta semana

¡Qué buenas sensaciones en esos primeros kms!

¡Si es que iba como una moto!

Sonia, persiguiéndome
Pepe, que ve como se aleja su señora

Y Alberto, que venía remontando

Y Maite, que se conformaba con hacer unos 17 kms

Las orillas del canal, un itinerario precioso para una carrera

De vez en cuando, puentes y esclusas nos hablan de la historia de esa obra prodigiosa de ingeniería que fue el canal


Raquel con mi madre, ¡vaya dos craks!, frente a la catedral

Y Ángel de la Mata, ya duchado como si nada,  y que llevará otro año más el globo de 3h 45 en Mapoma

El sombrilla, con un corazón tan grande que tiene "acojonaos" a los cardiólogos

Sonia, ninguna mujer en España ha finalizado tantos maratones como ella

Y Pepe, que nada mas acabar se ponía al volante hasta Valencia y de madrugada a Cartagena. Este años vendrá a la trepaviñas y al año que viene a Valdeorras

Enfilando la llegada, ¡con tanto agua y yo más seco que la yesca!

Mirando al cielo, donde siempre tengo en quien mirarme para pedir ayuda

Y hasta la próxima, un besito para los míos

miércoles, 19 de marzo de 2014

CRÓNICA DE LA III MARATÓN DE VALDEORRAS

Transcurridos quince días de la celebración de nuestra IIIª Maratón Turístico Deportiva de Valdeorras, ha llegado el momento de hacer una crónica/balance de todo lo sucedido.

Los valientes a punto de tomar la salida
Partíamos de la experiencia de las dos ediciones anteriores, organizadas casi en familia, con ocho participantes en el primer año y una treintena en el segundo, de los que cinco y doce, respectivamente, habían conseguido realizar el trazado completo. Fruto de lo aprendido, decidimos cambiar dos aspectos importantes: retrasar la fecha de enero a marzo y modificar el trazado para que los kilómetros finales fuesen básicamente cuesta abajo y no al revés. En ambos aspectos, creo que acertamos plenamente.

El grupo incorporándose a la 120 en A Rua
En lo demás, manteníamos las características propias de la prueba: el carácter no competitivo, los reagrupamientos en cada Concello, el tramo libre final y la comida final. Si por algo se distingue esta maratón es por su deportividad, buen humor, compañerismo y ganas de disfrutar todos juntos de esta afición que nos une y apasiona.

Los amigos de El Bierzo, siempre fieles a las citas del atletismo popular valdeorres
Partiendo de lo que fue una idea entusiasta de algunos de nosotros, Miguel con algún pequeño apoyo puntual, ha sido capaz de sacar adelante una prueba muy compleja en la que son muchos los aspectos a tener en cuenta y muy difícil el conseguir dejar contento a todo el mundo. En conjunto yo creo que cabe darle la enhorabuena y animarle para que afronte ya la organización de la cuarta edición; eso sí, tendremos que echarle unas cuantas manos entre todos para pulir lo pequeños defectos y conseguir dar el salto definitivo a una prueba que el año que viene ya debería tener un ámbito, al menos autonómico.

Montse y Juan, por Villamartín
En el lado de los agradecimientos hay que empezar por la Diputación Ourensana, patrocinadora principal, y los siete Concellos por los que discurre la prueba -cada uno en la medida de sus posibilidades-.

Javi Cid y sus "chicos", no tuvieron que intervenir, pero ahí estaban con dos ambulancias, por si acaso
Gracias a todos los voluntarios de las distintas unidades de Protección Civil, Policías locales, Ambulancias Sil, Supermercados Gadis, Delegación de Atletismo y Colegio de Jueces, y en general a todos los familiares y amigos que nos apoyaron con entusiasmo.

Los "Migueles", en buena armonía, tras la finalización de la prueba
Y si hubiera que destacar a alguien en especial, y sin ánimo de desmerecer a nadie, hagámoslo con el alcalde de Petín, que nos acompañó a lo largo de toda la mañana, desde su inicio hasta su final, colaborando como un voluntario más en los avituallamientos, etc. ¡Que cunda el ejemplo!

Preparados, listos... nos vamos de O Barco
En cuanto al desarrollo de la prueba en sí, una treintena de voluntariosos salimos a las ocho en punto desde el Concello de Larouco, además de varios acompañantes en bicicleta, uno de ellos de muy corta edad. Aunque la mañana estaba fría, pronto entramos en calor con las subiditas y bajaditas camino de Petín. Allí tuvimos el primer reagrupamiento y cambio de impresiones del gran grupo.

El avituallamiento de A Rua, perfectamente organizado por su alcalde, Avelino, que además consiguió el respaldo de la Diputación Provincial
Un poquito más tarde entrabamos en A Rua, en cuya plaza del Ayuntamiento se respiraba un gran ambiente festivo, y donde su Alcalde, nos daba minutos después una nueva salida. Allí habíamos dejado ya a un par de corredores aquejados de molestias, y recogido a otros participantes deseosos de recorrer también unos cuantos kilómetros.

Migueles, padre e hijo, con Antía, ¡la juventud al poder!
Allí se nos unieron efectivamente las primeras mujeres, y entre otros, Miguel hijo, camino de Villamartín. La disparidad de niveles hacía muy difícil mantener la unidad del grupo, pero los primeros siempre esperaban con paciencia en cada avituallamiento la llegada de los menos rápidos.



El pelotón aún compacto, abandonando A Rua
En Villamartín se sumaron nuevos corredores, entre otros Tinín, deseoso de poner también su granito de arena en esta aventura de atletismo popular que a tantos valdeorreses está enganchando.

Un grupito de atletas entrando en Villamartín, en perfecta armonía
Camino de O Barco, los más punteros no pudieron reprimirse, y en su afán por correr deprisa tomaron un camino equivocado, lo que provocó que la entrada en O Barco perdiese parte de la vistosidad prevista.

Martín y Sergio Romero, por la Puebla
Aún así, la plaza del Concello respiraba un magnífico ambiente festivo y deportivo. Para unos cuantos, como Jose Antonio, David, Montse o Juán su carrera finalizaba aquí tras 24 kms.

David y su hijo. El relevo está asegurado
 Para otros cuantos, varios de ellos mujeres y gente joven, comenzaba un reto diferente de aproximadamente 19 kms.

¿Por qué estos no están sudados? Solo hay que esperar un rato


Preparados para el tramo barquense. Paco siempre en cabeza y sonriendo
El Concejal de deportes de O Barco, procedió a dar una nueva salida al grupo, que camino de Rubiá, y por efecto de la complicada orografía, volvió a partirse en varios subgrupos.

Nos avituallamos y cambiamos impresiones en Rubiá, para el tramo final
En el Concello de Rubiá realizamos el último reagrupamiento. Una vez más perdimos a alguna unidad, como Martín, ex-concejal de deportes, que arrastraba molestias en una rodilla, pero incorporamos a otros atletas como Guti, dispuestos a emplearse a fondo en esos kilómetros finales.

Antía y Celso, dos jóvenes valores

Desde Donosti hasta Valdeorras, para trabajar y correr la primera maratón

Buen humor y esfuerzo en compañía al paso de Éntoma

Una grata sorpresa ver gente joven acercándose a este tipo de pruebas, tan exigentes

El grupo de los trotadas, metiendo kms a su ritmo

Desde Coruña, Marcos, debutando con éxito en los 42 kms

Con Parra y el marchador "Foxe", siempre presente en esta carrera
 Desde la Vega de Cascallana hasta Éntoma, el calor apretaba, así que también tuvimos que apretarnos todos los machos para conseguir finalizar la prueba en Sobradelo, adonde otros treinta atletas fuimos llegando poco a poco. Al final, al menos quince atletas de los que partíamos horas antes de Larouco, conseguíamos llegar hasta la meta, varios de ellos felices de haber conseguido completar su primera maratón.

Estirando tras el esfuerzo

Las hermanas Arias, espectadores y animadoras de lujo de nuestra prueba

 

¡Manos arriba!, y no es un atraco, entre todos, ¡podemos!

El dorsal "32" de Fernando Leiva, maratoniano afectado de Esclerosis Lateral Amiotrófica, también presente en nuestra maratón
Tras el esfuerzo, traslado en autobús a O Barco y una pinchada para reponer fuerzas e intercambiar impresiones.

¡Qué rico!
Queda todo un año por delante. Como balance, que ya van 3 ediciones, que cada vez somos más y que ya son bastantes los valdeorreses que han debutado en la distancia demostrándose a sí mismos que cuando hay voluntad se pueden alcanzar metas que parecían imposibles.

Enhorabuena a todos y a seguir entrenando para futuros compromisos.

(agradecimientos también por sus fotos a Annie Anta, Nieves Grande, Raquel Parra y La Región)