martes, 17 de mayo de 2016

V MARATÓN DE VALDEORRAS Y IV ROMERÍA AS ERMITAS 2016.



En esta ocasión decidimos unir los dos eventos en uno y la verdad es que ha sido todo un acierto. Ambos recorridos aumentaron su dificultad pero ganando mucha más brillantez.



En esta ocasión, la Romería partía del pabellón do Aguillón en A Rúa, con lo cuál los primeros kms se realizaban por el malecón de A Rúa cruzando el puente de A Cigarrosa para llegar a Petín y en Portomourisco se bajaba hasta el puente de piedra, al final unos 3 kms más de recorrido, 18 kms con 18 participantes. Este año además se añadió un nueva distancia a la andaina, de 11 kms, iniciando el recorrido en A Portela  con 2 participantes.



Para completar la distancia de la modalidad de carrera, hasta completar los 42 kms de la Maratón, hicimos un pequeño bucle en O Barco hasta Viloira y completamos una vuelta completa a la chopera de A Rúa, a esta distancia se enfrentaron con éxito 5 esforzados corredores y además 2 participantes más se unieron a la prueba en A Rúa, completando una distancia de uno 25 kms.






La prueba, como todos los años, tuvo como punto de partida la plaza de O Concello de O Barco; tanto para los corredores que iniciaban la carrera como para los demás participantes que partían en coche hasta los puntos de salida. 










La jornada, soleada y por momentos calurosa, nos permitió disfrutar a tope de está romería para finalizar con un baño en el río Bebey, la entrega del ramo a la Virgén, la foto de familia en O Cruceiro y disfrutar de la comida preparada por el restaurante Volobriga en uno de los comedores ofrecidos por los responsables de As Ermitas, a los que le agradecemos el detalle, y como fin de fiesta la entrega de trofeos.















En esta ocasión echamos de menos alguno de nuestros Trotadas Ilustres, que por diversas razones no nos pudieren acompañar, el año que viene más.



jueves, 5 de mayo de 2016

MARATÓN DE MADRID 2016

En mis 34 temporadas como maratoniano, esta era la décima ocasión en que participaba en el para mí, el mejor maratón de España, el de Madrid.


En esta ocasión, la feria del corredor fue trasladada hasta IFEMA, y allí fuimos a recoger nuestro dorsal. Como era de esperar, saludamos a viejos amigos apasionados de este deporte como Santiago Hitos, que no se pierde una. También coincidimos con el "máquina" que más maratones lleva terminados en el mundo, muy por encima de las 1000 (hay que estar algo "jamao", no me digáis que no)


La salida, como casi siempre, desde la Castellana, pero cogiéndola desde la plaza de Neptuno, para tras seis kms de pequeña ascensión, bordear las cuatro torres de Madrid, bajar hasta la casa de Campo y volver a subir por encima de Colón  hasta rematar en la clásica, interminable y emocionante llegada al paseo de coches del Retiro. En la salida, 34.000 corredores distribuidos en las tres distancias. La organización anunció 14.000 en la maratón, aunque en meta, seríamos muchos menos.


El día amaneció de sol radiante, sin una nube, ni aire, lo que hacía prever altas temperaturas. Sé que entre los inscritos estaban algunos valdeorreses como Diego Seco, Joaquín Miranda, o el rués, Iván Dosantos, pero fue imposible verlos en el lío de partida.


Desde un inicio decidí seguir los ritmos de la maratón de Coruña. siete días antes, tratando de mantenerme poco por debajo de los siete minutos el km, con la esperanza de no perder demasiado en la exigente segunda parte.


Por el camino me encontré con buenos amigos como Alberto Costilla "el sombrilla" y su esposa, o con Paco "Groucho Marx", el alegre valenciano que siempre lleva un globo de guía.


A los pocos kms me adelantó Joaquín Miranda, que habituado a Madrid, ya sabe que es importante guardar fuerzas para el final. Yo fui manteniendo bien el ritmo, sin pararme en ningún momento, y pese a algún pequeño susto por no encontrarme con mi familia en varios puntos, pude acabar muy bien la prueba en 4h 51 minutos. Diego Seco por su parte, se vio obligado a abandonar por una lesión, y Joaquín y Iván terminaron dentro de sus tiempos previstos.


No sé qué pasará en el futuro, pero Mapoma creo que será siempre mi maratón, y mientras el cuerpo aguante trataré de estar fiel a la cita.