martes, 9 de octubre de 2012

DE BRUSELAS A CHANDREXA

 


Empieza fuerte el otoño atlético popular para los trotadas de Valdeorras. Mientras Paco Bao volvía a los 10 kms de A Coruña, yo me marchaba a realizar mi 69 maratón a Bruselas. Tras un viajecito un tanto precipitado, y unos prolegómenos pasados por agua, el domingo amaneció un día precioso, con una temperatura algo fresquita, pero ideal para enfrentarse a la distancia.

 

En la salida, preciosa, bajo el arco de triunfo del parque del cincuentenario, me encontré con mi buen amigo el leonés residente en Valencia, Pedro Crespo, con el que ya había compartido kms y sudores el año pasado en Amsterdam. No podía faltar con mi peculiar indumentaria, la entrevista para la televisión local, en "flamenco", un idioma enrevesado a caballo entre el alemán y el inglés, en el que no era fácil entenderse, así que tuve que optar por la famosa teoría de los políticos: "tú pregúntame lo que quieras, que yo te contestaré lo que me dé la gana"... ja,ja,ja.



Raquel, como en ella es habitual, se estudió el recorrido e hizo lo imposible por animarme en varios puntos, lo cual es siempre un estímulo para tratar de correr lo mejor que puedo. Como vengo haciendo últimamente, dejé que saliese todo el mundo y luego me lancé yo también, a devorar kms. Eso me garantiza que nadie me adelanta en toda la carrera y supone un acicate para ir pillando gente, sobre todo cuando ya cerca del final, van fallando las fuerzas. El recorrido, que se inicia en el barrio de las instituciones europeas, abandona la capital belga por sus calles más residenciales, dirigiéndose hacia inmensos parques y bosques, plagados de pequeños lagos, aves y árboles centenarios.



Es un trazado duro y exigente que sólo al final, de vuelta hacia la catedral, se suaviza y permite alargar la zancada en busca de la Grand Place, la que pasa por ser, quizás, la más hermosa plaza del mundo.



En cuanto al resultado, muy bueno para mi, ya que calqué en las dos mitades el mismo tiempo, para acabar en 4h 23 minutos, sin sufrir y sin molestias físicas.



Para finalizar el viaje, nos tomamos unas cervecitas y nos dimos un paseo nocturno por Brujas, completando un fin de semana mágico.



 

 
Ahora a recuperarme un poco para el próximo domingo, en el que nos espera la vuelta la embalse de Chandrexa, como el año pasado en buena compañía y con una explendida oferta culinaria añadida. (ver entradas anteriores).

1 comentario:

BaoEs dijo...

Bruselas, 69 Maratones, 4,23
Sin Palabras.....
CARLOS, corre un Maratón y es todo un colofón...
Ole, Ole, Ole.-