Hola compañeros, hoy primer domingo de octubre, Miguel Angel y yo, acompañados de nuestras fieles y pacientes esposas, nos fuimos hasta Cacabelos para participar en la II edición de la Trepaviñas. Tocó madrugar bastante para que a las ocho de la mañana nos dieran la salida a los 43 participantes en la maratón de montaña, con un recorrido previsto de 45,600 metros, y más de 1200 metros de desnivel positivo.
Con siete grados de temperatura, y aún con nocturnidad -como debe ser- tomamos la salida dispuestos a dejar bien alto el pabellón de los trotadas. Una hora más tarde saldrían los 100 participantes en la medio maratón y los 400 ciclistas de la marcha BTT. En la salida estaba nuestro buen amigo José Manuel, "el bicicletas", que iba a realizar la marcha como apoyo mecánico.
El recorrido, perfectamente balizado y cerrado al tráfico, constaba de una serie de seis subidas principales, enlazadas con continuos sube-bajas.
A medida que entraba la mañana, pudimos disfrutar de una temperatura muy agradable y de unas vistas extraordinarias. Pese a que algunas bajadas eran ciertamente peligrosas, sobre todo por la presencia de las bicicletas, fuimos marcando los ritmos previstos con una regularidad asombrosa.
Durante toda la prueba, varios centenares de voluntarios jalonaban la ruta, y los avituallamientos estaban perfectamente organizados con abundancia de agua y bebida en todos los puntos.
Poco a poco fuimos cubriendo todos los kms previstos para finalizar la prueba en los puestos 31 y 32 en 6 horas y 53 minutos. En meta nos esperaban además de Merce y Raquel, nuestras amigas bercianas Annie y Carmen. Por cierto que una Valdeorresa, Lidia Arias, debutó en la distancia de medio maratón, ocupando la tercera plaza femenina.
Mientras corríamos, la organización preparó para los acompañantes un recorrido por varias bodegas de la zona, en la que pudieron degustar diversos caldos de la zona.
Para finalizar, la organización nos recompensó con una espléndida comida con bollo preñao, paella, empanada etc., y nos regaló una foto ampliada de nuestra entrada en meta.
En definitiva, una prueba dura pero preciosa, muy bien organizada, llena de atenciones para participantes y familias, y que se merece tener muchos más corredores en futuras ediciones, a las que sin duda, acudiremos.
1 comentario:
Otra aventura más al bote...
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