MARATONA DE LISBOA 2011

Superada ya las secuelas de la conjuntivitis que me impidió participar en Oporto, nos hemos ido Merce y yo a la maratona de Lisboa, no sin antes hacer una parada en la bella ciudad de Oporto y degustar un bacalao con su vinho verde, como no puede ser de otra manera cuando uno viaja por estos lares.

Tras una pequeña decepción a la hora de retirar el dorsal y ver el aspecto del estadio donde empieza y finaliza la prueba, la camiseta y la mochila tan horrorosa que nos dieron como recuerdo, nos vamos a recorrer la mil y una calles de esta bella ciudad.

El domingo amanece parcialmente nublado con una ligera brisa y una temperatura de unos 15 grados, todo parece preparado y dispuesto para que sea un gran día. Una vez que nos encontramos en la salida, el ambiente previo a la carrera modifica la percepción recibida el día anterior sobre la tristeza y apatía del lugar. La 9 en punto y empieza la maratón, no me he planteado ninguna marca a batir, me conformo con repetir las 4 horas de Vitoria, salgo como siempre en las posiciones más retrasadas, comienza entonces una remontada de puestos que no finalizará hasta que cruce la línea de llegada, empiezan los primeros kilómetros un continuo sube y baja por calles residenciales desanjeladas, menos mal, que esos primeros kilómetros, vamos todavía muy agrupados y hacemos dos pasos próximos a la salida en los cuales nos animan los participantes de la mimimaratona y nuestros acompañantes. Pronto empiezo a comprobar que poco a poco le voy arañando segundos a las 4 horas. Antes del kilómetro 10 ya he superado a la banderola de las 4 horas, van pasando los kilómetros y llegamos a las calles más céntricas y bonitas de Lisboa, ahí vuelve a estar Merce y me recuerda que ya voy por debajo de las 4 horas, empiezo a creerme que es posible conseguirlo, me armo de sangre fría y continuo sin bajar pero también si aumentar el ritmo. Llega la medio maratón ya son casi 8 minutos por debajo de las 4 horas, me planteo aguantar ahí, del kilómetro 30 al 35 continuo rebajando segundos, ya son 10 minutos los que separan de la 4 horas. Estoy ya en el km 36 últimos ánimos de Merce antes de vernos en Meta " Si no me fallan las fuerzas bajo de las 4 horas " , desde este punto a la meta es una avenida interminable que pica subir hasta el kilómetro 41, esta cuesta no pasa desapercibida para nadie y empieza superar a muchos participantes afectados por la dureza de esta prueba, mi objetivo en estos momentos es no quemarme e intentar administrar bien mis tiempos, pasan los kilómetros, el 38, el 40, el 41 y llega el 42 lo he conseguido ahí esta Merce en la entrada al estadio, última foto y apenas doscientos metros me separan de la meta, me emociono y me vienen a la cabeza los más de 90 entrenamientos y 1.100 Kms que llevo preparándome para está maratón, pienso en Carlos, Paco y Miguel compañeros de aventuras y de muchas de esas horas y kilómetros compartidos, entro en meta 3 horas 52 minutos, nos dan una camiseta conmemorativa en condiciones, nos felicitan y nos colocan la medalla; en ese momento me emociono y voy en busca de Merce para abrazarla y celebrar juntos mi décima maratón.

Miguel Ángel