VALLECAS: esfuerzo, amistad, familia.

Pues si amigos, ya estoy de vuelta tras los durísimos 100 kms de Vallecas. Acudía a esta prueba con mucha ilusión, (por los entrenos de los últimos meses), mucho miedo (por el dolor de la pierna izda que arrastro desde hace varias semanas) y con mucho remordimiento (porque hoy era el cumpleanos de mi hijo Carlos, y hubiera debido estar celebrándolo con él, en vez de haciendo majaderías).
El caso es que nos levantamos a las 5 y cuarto y nos fuimos hasta el estadio del Rayo Vallecano para la salida en la calle del payaso "fofó". Allí saludamos a nuestros buenos amigos, Angel de la Mata y su esposa Amelia, Santiago Hitos... A las siete y media en punto con la música de carros de fuego, Rafa Navas, el alma mater de la prueba, gran maratoniano y speaker del equipo rayista, nos lanza a correr, en una mañana que amanece con un cielo absolutamente despejado pero ventoso. Ya en el km 7 comienzo a sentir dolores en la rodilla izda, especiamente en las bajadas. Aún así paso el 10 en 1h 05, y mantengo el mismo ritmo casi hasta el paso de la maratón en 4h 36. Sigo corriendo sin parar hasta el 52 y desde allí alterno el trote con caminar en los duros tramos de subida. Cuando de la Mata me dobla, la primera vez me da la mano y me la aprieta muy fuerte para transmitirme toda su fuerza; en la segunda ocasión, ya cerca del final, me abraza y me resulta emocionante su cercanía y su amistad. Cuando me cruzo con Santiago, siempre me pega unos gritos enormes con mi nombre y palabras de ánimo. De verdad, qué dos monstruos del atletismo y qué dos Personajes con mayúsculas. A cada paso de meta, recibo también el apoyo emocionado de Salva Gamarra, compañero y amigo, que siempre colabora en la organización de esta prueba. Y por supuesto mi principal apoyo, Raquel, que de un lado para otro se ha pasado el día animándome y proporcionándome ropa seca, vaselina... y todo su amor.
Al paso del km 70, rebajo en 21 minutos mi marca de hace 3 años, y me lanzo a por mi objetivo. Y lo consigo: 80 kms en 9h 58 minutos. Hace rato que Angel ha finalizado sus enésimos 100 kms. Su mujer hace horas que finalizó los 50, y Santi Hitos llegará poco después finalizando 70. Es una de las cosas buenas de esta prueba: todos somos ganadores de nuestro particular reto y a todos se nos reconoce subiendo al podio a recoger nuestro trofeo.

Ahora mismo tengo agujetas hasta cuando muevo los dedos para escribir, pero estoy satisfecho, muy satisfecho. Me he superado a mi mismo, he vuelto a disfrutar de la amistad impagable de atletas de categoría excepcional, y mi mujer y mis hijos vuelven a sentirse  orgullosos de mi. ¿Puedo pedir algo más? Si, que esta felicidad me dure tanto al menos, como las "maniotas".