7 días justos, una semana ni más ni menos, queda para el desafío.
Hoy ha sido un día tremendo, para lo bueno y para lo malo. Me explicaré. Esta mañana nos acercamos a participar en la carrera de Navidad de A Rua. Nada más llegar, Tinín me dió la mala nueva: "es posible que haya que suspender el desafío, parece que la federación de fútbol adelanta al domingo 30 la jornada de reyes". La noticia me dejó completamente sonado durante un buen rato. No podía creer lo que estaba oyendo, después de tanto soñar con mi desafío, todo podía irse al garete en un segundo. Barajé la posibilidad de trasladar la fecha al sábado 29 (y perdería a la gente que tiene que ir a la asamblea de la gallega), retrasarla unos días (y no podría contar con mis hijos), o sacarla de la pista al malecón (y entonces ya no serían 100 kms en pista, sino 100 kms en ruta).
Con ese barullo en la cabeza, nos dieron la salida a la carrera. Poco a poco y a medida que nos metíamos en harina, se me fue olvidando el disgusto y me fui centrado en disfrutar del ambiente y del circuito. Más de un centenar de atletas nos dimos cita en esta mañana preciosa de sol y algo de viento. Por adelante, la carrera iba lanzada, como siempre con atletas de primera fila. Por atrás, la carrera iba también como siempre, derrochando alegría y espíritu deportivo y festivo. Los de adelante y los de atrás, todos, abdolutamente todos, nos esforzamos de igual manera en hacerlo lo mejor que podemos, dando todo lo que llevamos dentro. Y si mérito tienen siempre los primeros, al menos el mismo mérito, tenemos siempre los últimos. Y es que hay que reconocer como se merece el esfuerzo de gente como Paco Bao, siempre dispuesto a finalizar sus participaciones con un emotivo sprint; o de la berciana Annie y su grupo de amigos, orgullosa de su -como ella misma define-, trote cochinero; o de nuestra nueva trotadas, Montse, acompañada hoy en un nuevo derroche de generosidad de mi buen amigo Miguel, que prefiere sacrificar unos cuantos puestos en la clasificación con tal de animar y ayudar al que más lo necesita. Yo por mi parte salí dispuesto a no sufrir demasiado, aunque al final, mi hija Ana me hizo sudar más de lo previsto. A continuación se celebraron las carreras infantiles dando un especial colorido a esta renacida carrera de Navidad, olvidada desde hacía demasiados años, y que esperamos pueda tener continuidad en el futuro.
Tras la comida, vino otra satisfacción. Puesto al habla con los responsables del CD Barco de fútbol, me confirmaron que por su parte van a hacer todo lo posible para que el desafío se pueda celebrar en la fecha y lugar previsto. Al final, hasta sería muy bonito poder celebrar conjuntamente ambos espectáculos deportivos. ¡Ójala que pueda hacerse realidad!
Y para celebrarlo, me fui con mis hijos a las pistas, a darme otras 25 vueltas, que parece que me estoy enganchando y me entra el mono. Así que tras el susto, parece que todo vuelve a la normalidad y que el desafío sigue adelante. Ya solo faltan 7 días.
3 comentarios:
Empieza la cuenta atrás.....
7, 6, 5, 4, 3, 2, 1 y SALIDA
Yo reservo.....
10 primeras vueltas, 20 a las 5.-
y terminar las 250 vueltas
con Carlos REVUELTA
Gracias Carlos, la verdad es que lo que más me gusta de estas carreras es que nos divertimos más de lo habitual (que ya es decir). Los disfraces hacen que el trote cochinero sea más divertido aún.
Esperamos compartir unos kilómetros contigo antes de participar en nuestra San Silvestre Berciana. ¡Nos vemos el día 30!
Que grande es tu reto que hasta van a jugar un partido de futbol para celebrar tu hazaña.
Miguel
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